Muchos padres, ya sean buenos o sean malos, su deseo es que sus hijos sean vivaces e inteligentes y sepan resolver problemas en un mundo lleno de improvistos.
A veces su ignorancia les ha llevado a pensar que si son duros con ellos seran mas espabilados, pero la experiencia ha demostrado que el cariño que se le da a un hijo, y una disciplina llena de ternura, es la mejor medicina para que se desarrollen de forma inteteligente y equilibrada.
Explicaré lo que sucedió en un horfanato donde se colocaban las cunas ordenadamente, en fila, y a donde a todos los niños se les alimentaba y se les cambiaba el pañal, pero mientras muchos enfermaban y algunos morían sólo uno, el de la primera cuna se desarrollaba mejor y más saludable.
Con el tiempo esto llegó a ser un misterio para los médicos, y se preguntaban porque el niño que se ponía en la primera cuna tenía menos problemas de salud y se desarrollaba mejor, si todos recibían las mismas atenciones.
Así que uno de los médicos decidió esconderse durante varias noches, y pudo ver como noche tras noiche, la mujer de la limpieza, cuando terminaba su trabajo, se incorporaba, se estiraba y luego cogía al niño que tenía más a mano...el de la primera cuna. Ella lo acurrucaba en sus brazos, le hablaba con cariño, le besaba en su carita y en sus manitas tiernamente.
Así que el médico llegó a la conclusión de que el cariño llegaba a ser más importante incluso que el allimento.
Conclusión: que lo que más necesitamos es el cariño.